Crucé demasiadas puertas, demasiadas, unas viejas y otras inocentes, unas malvadas y otras inesperadas y súbitas… tal vez mi locura depende de eso… en estos días, cuando tantos cambios se acercan como inquietudes… me tumbo en mi patio, sobre esa tumbona que aguantó mi peso tantas horas; y me limito a mirar la ropa tendida, esa ropa al sol, balanceándose como las hojas en otoño…aunque, sea verano… y no corra el aire…
Cada prenda, un momento, un motivo, un sencillo espasmo en mi corazón, ahora loco, por mirarlo todo mas melancólico si aún cabe… hasta que la melancolía se vuelva ya algo familiar, no ajeno a mí…no tengo miedo a mirar mi futuro, a imaginarlo, es más, me quiero ver por las calles con mis sombreros y mis boinas, e ir a conciertos de artistas chipirifláuticos. Algo a lo que muchos no podréis aspirar… ¿Por qué? Sois demasiado normales para ello, me llamáis loca y que no hago cosas normales… jajaja… ¿Qué? ¿Creéis que me importa? Estáis muy equivocados… ¿Y la diversión de estar “loca”? (Que es como vosotros lo llamáis)… es un regalo de nacimiento muy bonito…
Siento que no podáis saborearlo, hay quien nace cabrón, y quien nace único…
¿Sigo?
Para: Vosotros lo sabéis, aunque dudo que os percatéis de ello…
sábado, 16 de enero de 2010
El motivo de mis risas falsas...
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